¿Quieres hacer manualidades con tus hijos? Es una gran idea. Las manualidades no solo son muy entretenidas, sino que también te garantizan unirte más a tus hijos, por lo que es una actividad muy recomendada por los expertos. Pero a la hora de hacer este tipo de manualidades es importante tener en cuenta estos consejos para tener la certeza de que todo va a salir correctamente.
Usa cartulinas de calidad
Siempre tienes que usar cartulinas de calidad. Puedes tener la seguridad de que si usas las mejores cartulinas de colores, los resultados siempre serán de máxima calidad. En cambio, si compras cartulinas sencillas y de mala calidad como las de los chinos, los resultados no serán ni parecidos. Personalmente te recomiendo gastarte unos céntimos más y tener la seguridad de que los resultados serán mejores. Así tus hijos estarán satisfechos y en consecuencia querrán volver a repetir la actividad contigo.
Prepara los materiales antes de comenzar
Si quieres que la actividad salga bien, te recomiendo preparar siempre los materiales. Si tienes todo a mano, no perderás el tiempo buscando las cosas. Además, se ha demostrado que este tipo de técnicas ayudan a los niños a ser más organizados. Por este motivo, antes de poneros manos a la obra es importante que todo lo necesario esté sobre la mesa de trabajo. Examínalo tú y pide a los niños que también lo hagan. Así no se acostumbrarán a que se lo den todo hecho.
Aprende a ser paciente
No todos los niños son ágiles y tienen la misma rapidez que tú a la hora de hacer las cosas. Un niño está aprendiendo y lo que para ti es muy sencillo, para tu hijo puede ser algo más complicado.
Para evitar que haya problemas y la actividad sea divertida, es importante que te adaptes a su ritmo y aprendas a ser paciente. Para conseguirlo, solo tendrás que mirar su cara de felicidad y te darás cuenta de que es una actividad que realmente está mereciendo la pena.
Deja volar su imaginación
No tienes que ser con el niño una persona cerrada, deja que su imaginación también influya a la hora de conseguir unos resultados u otros.
Esto quiere decir que puede ser una buena idea mostrarle una serie de pautas y a partir de ellas que el niño haga lo que mejor le parezca. Es importante que haga sus propias cosas y cometa errores para que aprenda a rectificarlos. Es más, seguramente te sorprenda con los resultados, ya que en muchas ocasiones los resultados serán sencillamente espectaculares. En cambio sí le censuras, no aprenderá a hacer cosas nuevas y solo aprenderá a hacer copias.
No olvides que la manualidad es de tu peque, no es tuya. Solo tienes que ayudarle en lo que sea necesario. El resto lo tendrá que hacer el.
Propón una manualidad adecuada
Es muy importante realizar una manualidad adecuada a su edad. Si tu hijo tiene cuatro años no le puedes proponer hacer una actividad de un niño de nueve años.
Esto no quiere decir que no la pueda hacer, pero a si tu hijo no se sentirá frustrado a la hora de hacer la manualidad. Por supuesto, si es un niño pequeño, la manualidad tiene que ser realizada con herramientas que no sean peligrosas y por supuesto, siempre tendrás que estar a su lado para asegurarte de que todo va bien y no hace cosas que no se deben hacer.
Felicita a tu hijo o hija
Cuando tu hijo acabe la manualidad, siempre tienes que felicitarle por el trabajo que ha realizado. Así se sentirá feliz y estará animado a repetir la experiencia en futuras ocasiones. La motivación es importante en la niñez, por lo que tú tienes que proporcionársela.
Limpiar es cosa de todos
Cuando hemos acabado, es importante que la actividad de recoger sea realizada por ambas partes. Tu hijo tiene que aprender a recoger y no escaquearse de las cosas que ya no le interesan tanto. El objetivo es que tu hijo o hija te ayude de manera automática a recoger sin que le tengas que decir nada.
Haz la actividad con tiempo
Las manualidades siempre tienen que hacerse para disfrutar. Esto quiere decir que cuando os pongáis a hacerlas siempre tenéis que hacerlo con calma, sin estar pendientes del reloj. Si metes prisa a tu hijo, no solo no disfrutará, sino que la presión hará que los resultados no sean los esperados. Para evitarlo, hazlo una tarde que no tengáis nada que hacer. Podréis disfrutar de una gran actividad en familia, la cual os unirá más.
Y recuerda, la actividad es para disfrutarla. Es decir, si tu peque no tiene ganas de hacer la manualidad, no le deberás obligar. Si lo hace obligado, le cogerá manía a la actividad y en consecuencia la experiencia no será positiva.